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Ayesha es una mujer de las tierras del sur, nacida en un pueblo cercano a la frontera entre El Imperio y Taisteila en el año 5328 d.G.F. Debido a las guerras, ella y su madre emigraron al este. Pero la pobreza también afectaba al país vecino de Sartoia, donde además las mujeres apenas tenían derechos. Por ser extranjeras fueron tomadas por la fuerza. Ayesha se casó con un veterano capitán militar siendo ella una adolescente. Los maltratos y los abusos que sufrió la transformaron en una persona llena de odio hacía los hombres. A los 19 años tuvo a su primer hijo, Ganshe cuya efímera vida le causaría una severa depresión. Al borde de la locura, Ayesha escapó de su marido y se marchó de nuevo al oeste. Durante su viaje en solitario cayó en manos de otros malvados hombres, que la raptaron y la vendieron en Otoyaka al dueño de un burdel. Allí fue explotada sexualmente durante más de dos meses, hasta que conspiró con otra mujer el asesinato del dueño del local y lo mató mientras se acostaba con ella. Ayesha y Shinami escaparon de la ciudad con la ayuda de Hoku, un comerciante que servia de contacto a la Sociedad del Trébol. Hoku las llevó hasta su destino, la ciudad fortaleza de Kyukai. Allí la guardia de la ciudad las alojó en una caseta cerca de los campos de cultivo y durante varios meses recibieron ayuda del gobierno y de sus vecinos hasta adaptarse a la vida en Kyukai. En el año 5360, Ayesha y Shinami se habían hecho un lugar entre los malhechores de la ciudad. Experimentadas en la vida callejera, las dos mujeres pronto volvieron a cruzarse con Hoku.

El hombre les ofreció un lugar en la Sociedad del Trébol. Hoku trabajaba como espía en Kyukai, pero su estrategia de hacerse pasar por comerciante no le permitía tener su vista siempre puesta en los movimientos de los Reyes y altos cargos de Kyukai, de modo que necesitaba que ellas consiguieran información por él. Confiadas en el hombre que les salvó la vida, ellas aceptaron sin dudarlo.

Así fue como Ayesha y Shinami comenzaron a espiar a Dagor, Daren y sus consejeros. El objetivo de la Sociedad del Trébol en Kyukai no era otro que saber que tratos tenían Dagor y Daren con Nirhû, la federación de Hiru Kuni y especialmente con Heiko Roa. La Sociedad del Trébol conocía la relación entre Menel y los dos desaparecidos miembros de la organización secreta y estaban a la espera de que ellos aparecieran para cazarles.

Shinami se casó con Hoku en el 5362 y al año siguiente Heiko Roa llegó a Kyukai al haber sido rescatado por Huban y su patrulla en las fronteras del oeste, cerca del cinturón de flor de la muerte. Uno de los subordinados de Ayesha informó a la mujer sobre la posible identidad del forastero. Ella le quiso conocer en persona para confirmar que se trataba del buscado asesino. Durante el tiempo que Heiko Roa pasó en Kyukai bajo la protección de Dagor y Daren fue estrechando lazos con Ayesha, quien finalmente le sedujo y consiguió que le rebelara su identidad después de acostarse con él. A la mañana siguiente Ayesha se encontró con Hoku en un lugar discreto. Casualmente, Heiko Roa les vio juntos y reconoció a Hoku.

Heiko Roa anunció a Dagor y Daren su inmediata partida, pero los Reyes Inmortales le convencieron para que se quedara con ellos y esperara a que el enemigo actuara en la ciudad. Heiko Roa dejó de verse con Ayesha, lo cual ella lamentó verdaderamente y se entristeció. Heiko permaneció muy cercano a los Reyes en todo momento, que confiaban en el norteño. Daren contactó con Nirhû para decirle que su pupilo estaba con ellos y que él podría mover ficha en los siguientes días.

La Sociedad del Trébol se presentó en Kyukai a finales del 5363. Uno de los Pétalos junto con tres asesinos se escondieron en casa de Hoku y Shinami. Estos se mostraron descontentos con Hoku por la falta de información actualizada. Por su lado, Ayesha comenzó a jugar a dos lados. Se armó de coraje y se presentó ante los Reyes en la sala del trono. Confesó su traición y ofreció su servicio para aventajar a Dagor y Heiko Roa. Dagor y Daren pudieron ver su amor por Heiko y aceptaron entrar en el juego. Ayesha pudo ver de nuevo a Heiko, quien le proporcionaría información para llevar a los asesinos del Trébol a una trampa.

El plan de Dagor consistía en evitar el combatir con los extraordinarios espadachines enemigos. Ayesha le comunicó a Hoku que quedaría con Heiko Roa en su casa aquella noche. Uno de los subordinados de Ayesha tenia ordenes de entrar armado en casa de la mujer aquella noche, aunque no sabia que esta estaba vacía. Ayesha, Dagor, Huban y Heiko se movieron por los callejones para dirigirse a casa de Hoku. Los soldados de Huban rodearon la casa de Ayesha cuando tres de los asesinos entraron el la lúgubre casa.

Dagor entró primero. Daren estaba con su espíritu. Había dos hombres hablando sentados en sillones y una mujer cocinando. Eran Hoku, el Pétalo, y Shinami. Dagor reconoció inmediatamente al legendario asesino. Se trataba de Sen Tsu, uno de los tres lideres de la organización. Antiguo rival de Nirhû y por eso encargado de eliminarle a él y a su pupilo. El Pétalo levantó una ceja al reconocer al rey, pero hubo mayor reacción. Dagor no dijo nada, con un movimiento más rápido de lo que nadie podría esperar el Rey desenvainó sus dos mandobles y se enfrentó a Sen Tsu. El veterano elfo se movió rápido pero calmado y respondió. El comandante Huban entró entonces y trató de arrestar a Hoku, pero el supuesto espía era también un asesino de la Sociedad, con lo que desenfundó dos Puñales de la Maestría y sorprendió al guerrero, que dentro de la casa se vio en apuros para blandir su larga espada.

En la casa de Ayesha todo fue muy rapido, los asesinos se dieron cuenta de la trampa al matar fácilmente al subordinado de Ayesha. Subieron al tejado y se escabulleron. El más sanguinario y joven de ellos, Nebun, cubrió la retirada de los otros dos enfrentándose a la Élite de Kyukai. El pupilo de Sen Tsu era uno de los dos que escaparon. Siempre había sentido la misma rabia por Nirhû y Heiko Roa que su maestro, de modo que trató de entrar en el palacio real pensando que allí encontraría al cobarde que buscaba. E

Heiko y Ayesha tenían ordenes de esperar fuera, no interferir, protegerse y guardar la entrada. Ayesha trató de contarle a Heiko Roa que esperaba un hijo, pero no pudo terminar de contárselo cuando llegó el más veterano de los asesinos y en menos de un segundo entendió lo que sucedía y se abalanzó sobre la pareja. Heiko Roa hacia tiempo que no combatía a muerte, de modo que tuvo dificultades para sobrevivir a los primeros golpes de Fort. Sin embargo Heiko Roa terminó sobrepasando en técnica, velocidad y fuerza a su rival y él no tubo otra opción que defenderse a la desesperada y contar los golpes de las Gemelas Shilen.

Dagor y Sen Tsu parecían tener una lucha igualada, pero la capacidad de Sen Tsu de controlar la situación le dio la ventaja cuando decidió retirarse. Desde el segundo piso, llevó el combate a la ventana que daba a la calle en la que luchaban Heiko y Fort. Logró empujar a Dagor y saltó por la ventana ágilmente para incorporarse al combate contra Heiko Roa. El joven se vio muerto y trató de esquivar los golpes de las dagas de Sen Tsu. Sin embargo una de ellas le atravesó el brazo derecho y pocas centesimas antes de que Dagor saltara en su ayuda la espada de Fort se le clavó en el estomago. Fort se quedó horrorizado ante la siniestra sonrisa que Heiko Roa le dedicó.

Entonces Sen Tsu y Fort se retiraron y Dagor y Ayesha atendieron al joven herido. La espada de Fort no había podido atravesar la cota de malla de dragón de Heiko Roa. Dagor ya sabia de las hazañas de Heiko en Nigrumare, pero Ayesha no pudo creer la realidad de las brillantes escamas. Al poco rato Huban salió del edificio con la espada manchada de sangre y varias heridas en el cuerpo. El estado del comandante parecía preocupante, de modo que lo llevaron inmediatamente a los hospitales. Nebun cayó frente a la Élite de Kyukai, después de derrotar a 6 hombres. Kyo fue capturado por la Guardia Reial y encarcelado. Una veintena de guardias murieron al intentar detener a Fort y Sen Tsu.

Shinami fue perdonada de su traición pero quedó desterrada de la ciudad.

Heiko Roa y Ayesha pasaron a ser los protegidos de Dagor y Daren, y vivieron días felices durante aquel hibierno. En abril del 5364, Nirhû llegó a la ciudad e informó a sus amigos sobre la información que había conseguido robar a la Sociedad del Trébol y otras nuevas. A Heiko Roa le habría agradado volver a saber algo sobre sus amigos. Impaciente e sintiéndose inseguro en su nueva posición en la ciudad, decidió marcharse de nuevo. Ayesha no estuvo de acuerdo con su decisión, pero no iba a dejarle marchar solo. Así fue como comenzaron a viajar hacia al sur de Taisteila y se instalaron en la ciudad marítima de Haos. Llegaron en mal momento, pues se preparaba un golpe militar en el país a mano de los Rebeldes por la Libertad. Ayesha vio la oportunidad de sumarse al golpe y ganar poder. Pocos meses después Ayesha era la jefa de una mafia que controlaba el puerto y parte de la ciudad. Heiko Roa le ayudaba en lo que podía, pero pocos meses antes de que ella tuviera su hijo, Heiko recibió una carta de Nirhû y se marchó al norte, abandonándola. Ayesha se quedó con el corazón roto y la dificultad de defender su puesto en la mafia y criar a su hijo le complicó los años que siguieron.

A principios del año 5371, Daren se presentó en la ciudad y la buscó. Una vez dio con ella le ofreció ayuda en nombre de Heiko Roa. Ayesha, aun herida rehusó la oferta, pero Daren termino por convencerla que abandonara sus actividades y fuera con ella. Volvió así a Kyukai, donde conoció a Samo, con el que más tarde ella y su hijo viajarían hasta Hiria, para vivir con Josh y Cala. Ayesha agradeció tener por fin una familia, aunque cada día odió a Heiko Roa por haber pasado de esa forma por su vida. En el fondo esperó a que Heiko Roa volviera algún día.

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